viernes, 1 de diciembre de 2017

"LA VIRGEN DE LOS REMEDIOS E ISAIAS"





“LA VIRGEN DE LOS REMEDIOS”
 (Acatepec, y una historia de fe)
Isaías López Abundis


En Acatepec, Municipio de Ometepec, Gro., existe un santuario de la Virgen de los Remedios. Se dice que es muy milagrosa y es visitada el día primero de septiembre de cada año por familias y peregrinos que buscan consuelo y alivio a sus problemas de salud, principalmente. Después de una investigación,  presento a Ustedes una breve semblanza:
Historia vaga, pero bella leyenda, que se ubica en los tiempos de aventuras de guerreros mercenarios extremeños de la época de Hernán Cortés, a finales del siglo XV, y que enmarcan a la pequeña imagen de la Virgen de los Remedios y el diminuto "niño" que sobre su pecho alberga. La Virgen de los Remedios, es asociada a la conquista,; sería ella, por esencia, la virgen Española y protectora de los indígenas que al abrazar la alianza hispana, la toman como especial protectora.
Existe la leyenda que andando el tiempo; en la Gran Tenochtitlán, luego de que Cortés mandó retirar del Templo Mayor a los dioses aztecas, Rodríguez de Villafuerte colocó en el lugar de huitzilopochtli a la virgen española, sitio del que la rescató antes de huir con sus compañeros en la memorable noche (la Noche Triste) del 30 de junio de 1520, ocasión en la que -según los cronistas- Rodríguez de villafuerte prefirió cargar con su Virgen que con el oro que codiciosamente, a pesar de su gravísima situación, los otros apañaban; y que, en gran medida, fue lo que, por el sobrepeso, les costó la vida.
Horas después del desastre, cuando Cortés llegó y derramó lágrimas en el sabino de San Juan, a un lado del Cerro de los Remedios, en Naucalpan, Rodríguez de Villafuerte ocultó su virgen en la oquedad de un maguey que le pareció a propósito en la cima de aquel cerro, llamado entonces de Otomcopolco ("lugar de otomíes").
La imagen no fue localizada sino 20 años después por el cacique otomí Ce cuauhtli, bautizado luego como Juan del Aguila Tovar, quien la llevó a su casa; pero como la imagen volviera -según la leyenda- una y otra vez al sitio en que el cacique la encontró, fue ahí donde los religiosos de Tacuba decidieron erigirle una iglesia, en la inteligencia de que la actual no tiene ya nada de aquélla.
Al principio, el templo fue una humildísima ermita que, con el tiempo, decayó en un estado verdaderamente deplorable, por lo que el regidor y obrero mayor de la Ciudad de México, García de Albornoz, influyó para que el Cabildo se interesara en la construcción de un santuario en sustitución de la casi destruida ermita

Existe también otra leyenda que dice que en el cerro de los pájaros, se apareció la Virgen de los Remedios. En 1574 se construyó una capilla en su honor, y en 1628 se le agregaron la bóveda y la cúpula, fue en la Capital de México, donde se generaron las primeras procesiones saliendo con gran pompa de la Iglesia de la Santa Veracruz y terminando en su templo de Naucalpan.

Es Acatepec junto con Azoyú, Igualapa, cuauhtepec, quetzalapa, Xochistlahuaca (y otros) de esos pueblos que mantienen su pureza provinciana; Acatepec, en dialecto Mexicano quiere decir “el cerro de los carrizos”, es un hermoso pueblito, primer subalterno del Municipio de Ometepec, donde se venera a la Virgen de los Remedios el día 1º. De septiembre, y a Sn. Sebastián el día veinte de enero, ahí nació mi padre el Sr. Isaías López Oliva, de quien quiero contar  lo  siguiente:
Huérfano de padre y madre, mi papá creció como decía él, “a la buena de Dios”, guiado por sus hermanos mayores Margarito y Ricarda, quienes entre sus aciertos tuvieron el acercarlo a la Iglesia Católica donde se hizo fiel devoto de la Virgen de los Remedios, ahí en la Iglesia, junto con otros niños aprendió a cantar (de memoria) cantos religiosos en Latín, para Misas y otros eventos, de sus compañeros siempre recordaba con cariño a Don Bertoldo De la Cruz. Después llegó una “Misión Cultural” y aprendió también a tocar la trompeta, nos contaba que a los dieciséis años era ya un músico aventajado y así, pasó a formar parte de la banda de “chile frito” del pueblo, aquella que al llamado de una tambora se reunían para amenizar lo mismo la feria del pueblo, una boda, una velación religiosa ó mortuoria y siempre ¡de manera gratuita y obligatoriamente “voluntaria”!
En el año de 1944, llevando consigo 20 años de edad y una trompeta bajo el brazo, llegó a Azoyú contratado por Don  Medardo Bautista para que tocara los sones de la puesta por primera vez en el pueblo, de la danza de “La Conquista”, danza que a través de los años, ha dado satisfacción, identidad y orgullo a mi querido Azoyú; al mismo tiempo mi papá se integra como trompetista de la orquesta que formaran los Hermanos Bautista Priego, Don Gabriel Estrada, Don Manuel Suárez, Don Agapito Salinas, y otros. También se integra como cantor de Misas en latín en la Iglesia local con el Padre Rafael Cortés Gaspar, actual Párroco de Ometepec, Gro. Paralela y religiosamente, cada año iba a Acatepec, su pueblo natal, a refrendarle su amor y su fe a la Virgen de los Remedios, en ocasiones a lomo de caballo y a veces a pie cruzando el río por “el paso del chalán”. Aparte de ser músico, mi padre fue peluquero, pintor y albañil, éste último oficio lo aprendió de Indalecio Ramírez el compositor oriundo de Igualapa Guerrero, y de su padre, don Vidal Ramírez Guillén, cuando a finales de los años 50 estuvieron trabajando en Azoyú.
En 1965, nos trasladamos a vivir a Marquelia, y mi padre prosigue su vida ligada a la fe y a la religión Cristiana, dando su servicio a la Iglesia con devota entrega, con ayuda del Padre Abel García, mi padre y otros señores fundan la “Adoración Nocturna” de la cual fue presidente casi veinte años consecutivos, y nunca dejó de visitar a la Virgen de los Remedios, en 2004 (un año antes de morir) estuvo toda una semana en Acatepec adorando a la Virgen, “su” Virgen de los Remedios.
Pocos, muy pocos tenemos la suerte de contar con un padre amoroso, dedicado, trabajador, y responsable, que siempre esté atento a las necesidades de sus hijos, que a la par con nuestra Madre se desvele cuando uno se enferma; ríe y llora con nosotros cuando el caso lo amerita. Por eso escribo esta historia, por eso comparto también con Ustedes un canto para el pueblo de Acatepec y un pensamiento para mi Padre Isaías Q.E.P.D.



“ADIOS PAPA”

Hoy que ya no estás
Para reír y llorar contigo,
Lloro en silencio al tiempo que digo:
Hay ayeres que en mi mente quedan…
Y mañanas de pesares van conmigo.

Sólo quedan en mis recuerdos y en el aire;
Aquella tu paternal figura.
Más, con íntimo dolor recordaremos:
Tu amor, tu entrega y tu cariño; 
el canto aquel que nos dabas en susurros, 
tus bromas, tu risa y tu actitud como de un niño!
 
 























"ACATEPEC"
Acatepec, pueblito de indios
Donde mis ojos la luz primera
pudieron ver,
Acatepec, pueblito hermoso
Por mis hermanos y por mi gente
Yo soy de ti

Virgen de los Remedios por ti suspira mi corazón
Dale a toda mi gente, yo te lo pido tu bendición
Pide por los que sufren, por los que lloran algún dolor
Madrecita querida pa´ti mi canto, mi fe y mi amor

Acatepec, ya me despido
De tus veredas, de tus paisajes
y tu candor
Acatepec, pueblito mío
La virgencita puso en mis labios
esta canción

Virgen de los Remedios...etc.



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