miércoles, 6 de noviembre de 2019

LA FAMILIA AYER Y HOY


LA FAMILIA, AYER Y HOY.
INVESTIGACION Y REDACCION: ISAIAS LÓPEZ ABUNDIS
Desde épocas inmemoriales, el hombre ha coexistido en familias y en grupos sociales, la Iglesia Cristiana, (precisamente) después de Cristo, instituyó “El día de la sagrada familia” el cual se celebra el domingo siguiente a la Navidad. En México, fue el Presidente Vicente Fox quien en enero de 2005, instituyó el “Día de La familia”, a celebrarse el primer domingo del mes de marzo, con el fin de fortalecer esta célula primera de la sociedad.
La celebración del “Día de la Sagrada Familia” tiene como propósito primordial el unir espiritualmente a las familias del mundo entero en torno al creador supremo. De hecho, yo creo que todas las Religiones persiguen el mismo fin. La familia consanguínea, por otra parte, es la escuela de humanización y la base sólida para la edificación de la familia humana, de una humanidad solidaria y unida.
Para reflexionar sobre este tema, presento a ustedes la siguiente investigación:
Los Aztecas llegaron al Valle de México a principios del siglo Xll, En 1272 los Aztecas se establecieron en Chapultepec donde se hicieron famosos por su agresividad y sus sacrificios.
La base de la sociedad Azteca era La Familia, de carácter patriarcal y generalmente monogámica, aunque se permitía la poligamia. El grupo familiar podía reducirse a la pareja de cónyuges y la progenie , o construir formas de familia extensa constituidas por los padres y las familias de los hijos.
Para los aztecas era muy importante que sus gobernantes estuvieran capacitados para su cargo y tuvieran fuertes convicciones morales, por ello se sometía a los varones a una severa preparación con despiadadas pruebas con que demostrar su valor y habilidad militar. Desde pequeños se les sometía a penitencia y autosacrificio (ayunando, clavándose espinas de maguey, recibiendo baños de agua fría y azotes de ortiga, inhalando humo, etc.) y recibían fuertes castigos por parte de sus maestros y progenitores, quienes les exigían el cumplimiento de sus deberes y la adquisición de valores como la verdad, la humildad, la justicia, la castidad, el respeto a los mayores, etc.
Un grupo de varias familias componía el calpulli, unidad social compleja que se encargaba de funciones muy diversas. Un consejo formado por los cabezas de familia elegía al jefe del calpulli, que debía pertenecer a un linaje determinado. Cada familia perteneciente a un calpulli recibía un usufructo una parte de las tierras comunales la cual volvía al calpulli si dejaba de cultivarse.
En la sociedad azteca la familia estaba formada primero por el matrimonio en el cual el varón sólo podía tener una esposa, que era la legítima y era llamada "Cihuatlantli", con quien se casaba con todo el ritual correspondiente, pero podía tener tantas concubinas como pudiera sostener; esto quiere decir que tantas como pudiera mantener, pero con éstas no se realizaba el ritual matrimonial.
Se dice que Moctezuma II tenía 150 concubinas, esto hacía que también los señores y altos jefes tuvieran muchas concubinas y cuando un indio común se quería casar, apenas encontraba mujer, pues había poco de donde escoger.
La mujer indígena estuvo presente desde el inicio de la conquista, entre los primeros regalos que hizo Moctezuma a Cortés estaba un lote de esclavas para su regocijo, así la mujer era un objeto de regalo y placer en ambos mundos.
Los lazos conyugales no podian ser disueltos por deseos de cualquiera de las partes, sólo el hombre podía repudiar a su mujer. Se le otorgaba el derecho de infidelidad sancionado, derecho que se ejerce cada vez más a medida que progresa la evolución social.
El concubinato de españoles con mujeres indígenas convivía con el matrimonio legal. Rosario Castellanos dice que la concubina india fue tratada como un animal doméstico que se desechaba y en cuanto a los bastardos nacidos de ella eran criados como siervos de la casa grande, vagando entre las poblaciones de indios y españoles, por lo que el término mestizo se identificó con el de ilegítimo.

ACTUALMENTE

La problemática de la familia siempre se ha considerado como un objeto noble de estudio, el concepto de sociedad civil, desde su surgimiento generalizador con la separación de la Iglesia y el Estado ha sufrido de antagonismos de los cuales no se excluye su contenido hasta el día de hoy. La familia ha recorrido un amplio camino junto a la sociedad humana, aunque para muchos especialistas parece que las distintas sociedades y formaciones socioeconómicas han precedido al establecimiento de una familia determinada.
Los valores morales inherentes a la familia de la clase popular se han ido acentuando ó decayendo, quizá precisamente, por la carencia económica que padece, contrario de las familias poseedoras. En las familias marginales actuales, con alguna extensión a otros grupos sociales, aparecen de forma cuasi masiva nuevos delitos, generados en otros estratos o en las propias familias marginales, tales como la pornografía infantil que se multiplica, los niños de la calle, la venta de hijos para subsistir, la utilización de criaturas para el transplante de órganos con autorización de sus progenitores o víctima cotidiana de secuestros, la familia forma parte de una sociedad civil dada y, a la vez, se encuentra condicionada por ella.
Hoy en día, la familia es frágil y la cultura moral no existe ó es muy débil. Según una reciente encuesta, el 43% de los jóvenes se sienten solos, están muy desmotivados, debemos todos realizar una reflexión sobre el lugar de la familia y el papel que juega en nuestra sociedad actual, sobre todo en ese momento tan especial de la trayectoria de la vida familiar como es la educación de los hijos en general y de los hijos adolescentes en particular.
La falta de una escala de valores es motivo de que una adicción encuentre donde anidar. Esto se agrava cuando el probable adicto carece de vínculos y afectos, especialmente en la familia. Si la familia es como si no existiera, el padre y la madre no se preocupan por su hijo, no hablan con él, no se comportan como padres y él no confía en ellos, no será su confidente. En cambio sí lo será con otros como él. Es de capital importancia que los hijos comprendan, con cariño y afecto, que puede salir del pantano en que se ha metido.
Es fundamental que el niño ó el joven tenga una escala de valores trascendente que le de sentido a su vida, le permita comprender el por qué de su pasado y la razón final de su razón de ser. La fe religiosa le ayudará a buscar el por qué de sí mismo y la razón de su existencia.
Todos los problemas están relacionados entre sí. Las estadísticas sobre delincuencia en todos los países, nos indican que aumentan los delincuentes menores de edad, y es común pensar que los niños y los jóvenes carecen de escala de valores. Por otra parte vemos que el matrimonio tiene menos vigencia y en la mayoría de los chicos, sus padres, casados o no, no viven juntos. Por ese motivo debemos ocuparnos de dicha escala de valores y apoyar medidas para que el matrimonio sea estable. Por otra parte, el estado debe asumir su papel, (que no de paternalismo), y tratar de  proporcionar todo lo necesario para que instituciones como la familia y la escuela se fortalezcan, insumos ó beneficios que lleguen directamente a los niños y jóvenes, y procurar fuentes de empleos para que llegado el momento, puedan integrarse como una nueva familia en la propia sociedad.
En un artículo sobre "La delincuencia juvenil" editado en Septiembre de 1996 por una revista especializada, se decía para rematar el tema;"...Encarar este problema con sinceridad y sin soberbia, sin sectarismos, ni prejuicios, admitiendo la responsabilidad que le cabe a cada uno, es el deber de quienes tienen en sus manos las posibilidades del mañana, porque este combate es la batalla por la juventud: por el futuro de la humanidad".

Los cambios de la sociedad actual son rápidos y profundos, los sujetos no están preparados para adaptarse a ellos en los diversos niveles: biológico, psicológico y social. La complejidad, cada vez mayor, que la caracteriza, demanda una nueva visión educadora de la familia y la escuela, lo que exige su compromiso para trabajar unidas en un proyecto común.
Recientemente el Sr. Presidente, Felipe Calderón mencionó que: la familia está llamada a ser, un vehículo de socialización y de crecimiento en los valores humanos y en la fe que cada una profese… ¡Felicidades Familia!

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