jueves, 24 de enero de 2013

CIVISMO



¿POR QUÉ... Y QUE ES EDUCACION CÍVICA?
Septiembre: ¡mes de la patria Mexicana!
Investigación y redacción:
Isaías López Abundis.

En una antología denominada Ideas pedagógicas, José Martí habla sobre “El sentido de la educación”. Menciona que Instrucción no es lo mismo que educación; que la Instrucción se refiere al pensamiento, mientras que la educación va dirigida principalmente a los sentimientos. Sin embargo, -dice- no hay buena educación sin instrucción. Las cualidades morales suben de precio cuando están realizadas por las cualidades inteligentes.
Mientras que Francisco Larroyo en su libro “La ciencia de la educación”, nos dice que: “La educación cívica es sólo, aunque decisiva, una forma de educación social, la cual aspira a desarrollar ya desde el niño el sentido de la múltiple y heterogénea intercomunicación humana al servicio de la cooperación y de la solidaridad.

Se entiende entonces, que “educación” quiere decir que un individuo adquiere la misma forma de vida que tienen los adultos, por sus enseñanzas y ejemplos. Podemos decir también, que la educación tiene sus principios en nuestros hogares y en nuestras familias; mientras que la “Instrucción” inicia en el nivel preescolar y no termina hasta que el hombre muere; pues con la evolución científica y tecnológica, siempre hay algo nuevo que aprender. Ya vimos como José Martí sugiere ó afirma que la educación se refiere al modelado del alma ó conducta del individuo, mientras que la instrucción le proporciona las herramientas para desarrollar sus capacidades e intelecto que le permita lograr mejores condiciones de vida.

CIVISMO
Por otra parte; la palabra “civismo” proviene del latín “civis” que quiere decir ciudadano y data del siglo XVIII.
La real academia afirma que: “civismo es el celo por las instituciones e intereses de la patria” explicaremos que la palabra “celos, es aplicada en este contexto para indicar un impulso íntimo que promueve las buenas obras a favor de la patria y de sus habitantes.
Consecuentemente, “educación cívica” significa que se trata de educar a niños y jóvenes en el amor a la patria, se pretende que la enseñanza y práctica del civismo queden grabadas en los alumnos, de modo que aún cuando pasen los días y los años, su conducta esté siempre inspirada en el bien de nuestra patria mexicana.
En Francia, la revolución derrocó a Luis XVI y cuando no hubo rey, Francia se transformó en república y en lugar de un monarca, los ciudadanos tuvieron a su cargo el gobierno de su patria, pero era necesario que esos ciudadanos tuvieran “civismo”, de ahí que fuera enseñado y practicado.
En México sucedió lo mismo, después de la guerra ó lucha de independencia  el civismo ó amor a la patria se encontraba sublimado,  después se siguió fomentando en las escuelas y en todos los actos cívico-sociales
Tiempo después, fue el gobernador de Tabasco, Tomás Garrido Canabal, quien en los años 30, instituyó por primera vez en ese estado, la semanal ceremonia escolar de honores a los símbolos patrios, para promover la formación cívica de los niños; y fue el Gral. Lázaro Cárdenas del Río, al asumir la presidencia de la república, quien a través de la Secretaria de Educación Pública, determinó de manera formal que las instituciones educativas del país, realizaran en su interior, un programa donde se honren a nuestros símbolos patrios y a nuestros héroes nacionales con el fin de despertar en el alumno, una conciencia cívica y el amor a la patria!.
En resumen: si la educación cívica fructifica en los niños y en los jóvenes, éstos llegarán a ser buenos ciudadanos. Cuando la patria mexicana se integre con hombres y mujeres ejemplares, la conducta de todos aquellos permitirá el disfrute de condiciones colectivas que también serán de beneficio para el propio pueblo. Prosperidad, respeto a las leyes, seguridad, honestidad, mejores oportunidades para todos, amabilidad en el trato social. En suma: un México mejor.
Expuesto lo anterior, reflexionemos en el siguiente cuestionamiento:
¿Que tanto creen ustedes que se ha logrado con esta práctica? ¿Nos sentimos orgullosos de nuestros símbolos patrios? O solo nos enorgullecemos si se canta nuestro Himno Nacional cuando la selección Mexicana de fútbol juega un partido internacional, o se iza nuestra bandera cuando uno de los atletas mexicanos gana una medalla en juegos olímpicos? ¿A cuántos artistas se les ha olvidado la letra del Himno Nacional? ¿Se sabrán el Himno Nacional los integrantes de los Cabildos Municipales de nuestro querido estado de Guerrero y de nuestra nación Mexicana? ¿Cree Usted, amable lector, que los dirigentes y gobernantes de todos los niveles y ámbitos actúan apegados al civismo, o amor a la patria? ¿y nosotros, los ciudadanos?.
El civismo debiera ser  una materia prioritaria (en el ámbito educativo y social) en la formación de las nuevas generaciones, y fortalecer así, los valores que se están derrumbando, valores cuya pérdida se acentuó (desde mi muy particular punto de vista) a partir del retiro de los planes de estudio, precisamente de la materia de civismo. Hoy impera el materialismo, la corrupción y la indolencia hacia las clases desprotegidas. Debemos pues, fomentar nuevamente el amor al prójimo y el amor a la patria. Pero para amar; es necesario conocer y comprender el presente y el pasado, porque conociendo nuestra historia y la propia raíz de nuestros antecesores, dormidos en la noche del pasado; comprenderemos la vida completa (o al menos libre)  y palpitante de ahora, de la cual debe de surgir un próspero mañana.
Porque la Historia es la vida misma de los pueblos con sus dolores, sus alegrías, sus triunfos y sus derrotas, sus esperanzas y sus aspiraciones de paz y bienestar; la Historia es la obra de todos los hombres que ya murieron y nos dejaron la herencia de una Patria que amar y servir, y de los que vendrán mañana y habrán de recibir de nuestras manos el legado que nuestros padres nos dejaron y que tenemos la obligación de conservar y aumentar, realizando acciones de las cuales nos sintamos satisfechos y orgullosos.

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