“ARENGA”
Cuando el Sol….
Una tarde ocultaba su cansado rostro,
Tratando de ignorar esas cadenas
Que por siglos ha llevado a cuestas…
La luna lo releva y le da alientos
Poniéndole a la mar, al viento,
Y al tiempo como ejemplos.
Son designios de Dios, -le dice-, El que
existieras…
Para dar al hombre la luz, el alimento.
Olvida ese pesar que llevas dentro
Medita en el causar tristes lamentos
O en la alegría del mundo, que sueña en el
momento…
De ver la aurora; de un nuevo alumbramiento…
¡de vida!, ¡y de esperanza incontinente!
…igual que el Sol….
El hombre, a veces pierde la constancia,
La consistencia, y la luz de su asistencia
A los deberes, que la sociedad reclama…
Y siente, que su misión es imposible
O que hace ante otros un papel risible!
Sin pensar que la vida,
Es sólo un relampagueante sueño..
¡Y que debemos de asumir con noble empeño
la tarea de construir un mundo nuevo,
antes de morir sin honor y sin denuedo!.
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