UN ANGEL, NOS
ABRIO LA PUERTA
ISAIAS LOPEZ
ABUNDIS
En triste y
árido desierto:
Uno de mis
brotes de esperanza, languidece;
Porque a su vida
que como aquel sol
Que en la
mañana viene,
Una nube
cargada de pena le oscurece
Más, un
bendito y cierto día:
En el letargo
de la noche oscura,
Un hada
madrina le envolvió en su velo,
Aquella pena
con bondad tritura
Y con un rayo
de luz iluminó su cielo.
Bendita ninfa
que con su alma buena
Trajo alegría
y dio vida a una vida nueva
Que Dios te
guarde, le pido, María Elena,
Y te dé cabida
en su villa, Villanueva,
Y a tus brotes
los colme de alegrías,
Y te bendiga
en tus noches y en tus Díaz!
…¡GRACIAS,
MAESTRA!
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