EL “ ALINGO LINGO” Y
ALVARO CARRILLO.
(JUCHITAN
Y HUEHUETAN)
Investigación
y redacción: Isaías López Abundis.
Marquelia, Guerrero México.
No cabe la menor duda que en la web existe un
mundo de información al alcance de todos; en el mes de septiembre del año 2011,
hubo un concurso de canto para alumnos de planteles de CETis y CBTis del estado
de Guerrero, en la ciudad de Taxco de Alarcón; tuve la oportunidad de preparar
para este fin; a la alumna Monserrat Jaimes Gómez, quien casualmente es originaria
de la Cabecera Municipal de Juchitán; ella representó al CBTis No. 176 de
Marquelia, y participó con la chilena
“Alingo Lingo” de la autoría de Alvaro Carrillo Morales ó Alarcón: menciono
estos dos apellidos porque muy pocos saben que la madre Biológica de Alvaro, la
señora Candelaria Morales, fue originaria de Juchitán Guerrero y precisamente
esta chilena es como una aseveración de lo que alguno de sus biógrafos menciona,
en el sentido de que dicen que cuando Alvaro era un niño, su madre cantaba el
estribillo que dice “Juchitán y Huehuetán, andan peleando terrenos”; cuando
creció, él compuso los demás versos, les puso música y el resultado fue esta
alegre chilena, que no falta en las fiestas costeñas.
Entre los requisitos para este tipo de
concursos se pide la monografía o estudio específico del tema, me sumergí a
navegar en internet y encontré este texto que merece ser conocido por los
lectores que gustan de este tipo de información.
En esta bella melodía que hoy forma parte del
acervo cultural musical y folclórico de nuestro estado de Guerrero y de nuestra
nación mexicana, se conjugan elementos muy importantes que Alvaro Carrillo supo
combinar; la música a ritmo de chilena y la letra que describe la situación que
enfrentaron dos pueblos hermanos, de raza afromexicana, que junto con otros
pueblos de la Región,
se dice que son, o al menos se consideran como la parte “bronca” de nuestro
estado; dicho problema se derivó por la delimitación de sus terrenos ejidales.
Cabe mencionar que el siguiente texto es de
la autoría de *Rubén Mújica Vélez, y dice así:
“El reparto agrario,
sobre todo el que cimbró a la sociedad mexicana y transformó el ámbito rural de
su tiempo, tuvo que realizarse contra el reloj histórico. Siendo Presidente; el
General Lázaro Cárdenas tuvo plena claridad que la impaciencia de los
campesinos mexicanos y la sistemática recuperación de la fuerza de los
terratenientes que confrontaban una gradual y precaria reforma agraria,
devendría necesariamente en conflictos de proporciones insólitas. O se repartía
la tierra o se volvería al choque armado. Fue pues una medida inteligente,
sagaz y audaz, pero que al realizarse como se ha tenido que llevar a cabo,
apresuradamente y arrastrando el costo de los errores naturales, derivó en una
reforma agraria que debía completarse.
La determinación
precisa, de dónde terminaba un ejido y empezaba otro, tuvo que dejarse para
después y muchos planos con base en los cuales se ejecutó la dotación ejidal
tuvieron que hacerse sobre las rodillas y estimando la superficie total. Lo
urgente era aplacar la insoslayable demanda de tierra que Bassols acuñó
lapidariamente: "Toda la tierra, ahora".
Así, con el tiempo
emergieron los problemas de linderos, especialmente en ejidos con población que
se multiplicó rápidamente o en donde la calidad de los recursos impuso su uso
integral. Debemos añadir que en algunos casos se tenía una larga historia
respecto de los linderos. Es el caso de Juchitán y Huehuetán, en el municipio
de Azoyú, Guerrero. Se integraron en la letra de una preciosa chilena unos
versos que reflejan la realidad, sin contabilizar los muertos que esa pugna
arrojó:
Juchitán y Huehuetán, andan peleando terrenos
Juchitán dice ganamos, Huehuetán dice veremos.
Tuvieron que pasar
120 años y a la luz de la nueva legislación agraria se inició un difícil proceso
de conciliación en el cual participaron casi la totalidad de las dependencias
gubernamentales. Fueron aleccionadoras las sesiones conciliatorias en donde se
palpaba la fatiga de los pueblos por una pugna en la que perdían su rastro
histórico.
Cuando tocó el turno
al Municipio de Azoyú para resolver el conflicto entre los ejidos de Huehuetán
y Juchitán, se desarrollaba la siguiente plática:
Jerónimo Cruz, de
Juchitán espetaba: -Pero amigo, uté
quiere llevarse el santo y la limo´jna. Ta bien que somo negro inorantes, pero
tampoco se vale que u´jtede quieran lo mejor y todo.
Otro de Huehuetán
respondía: -Caray amigo. Pero u´jté
habla y habla y no propone nadita, nada. Diga que piensa d`eso. Porque e´
tiempo de arreglar e´jta bronca. Sería bueno que ante de la fie´jta de
Huehuetán, pa celebrá el arreglo.
Los dimes y diretes
menudeaban; solamente Porfidio Vergara se mantenía aislado de la prolongada
sesión. Su cara reflejaba una honda preocupación que parecía avizorar
dificultades mayores.
-¿Y cómo lo vamo a
hacé con esa franja que va a quedá libre? ¿A poco la vamo a regalá?
-No compañero -terció
el presidente municipal de Azoyú, Gro., Municipio al cual pertenecían las dos
comunidades-. Quiero decirles algo especial. Hablé con el señor gobernador y
les proponemos una cosa: vamos a construir ahí la Preparatoria Regional
que tanto han deseado y ahí podrán estudiar los chamacos de todo el rumbo -un
aplauso rubricó sus palabras. Había sido un argumento de peso.
-¿Y el pastoreo que
hacemos ahí, qué va a pasá con él?
-Nada compañero,
Huehuetán está dispuesto a compartirlo como hermanos.
-No más que don
Rogaciano que e´j de los de u´jtede, no vaya a meter too su chiverío porque no
va a dejá ni las raíce del zacate.
-¿Y cómo vamo a pagá
las contribuciones al munecipio?-, - No se preocupen -volvió a intervenir el
presidente municipal-. Revisaremos para que paguen menos.
-¿Y la servidumbre de
paso pa´ ir a El Coyul? -Se mantendrá abierta -afirmó el presidente del
comisariado ejidal de Huehuetán, en tono conciliador.
-Pus cómo no, si por
ahí tiene que pasar la querindonga de mi comisariado! -se escuchó desde el
fondo de una voz anónima-. Las carcajadas festejaban la cuchufleta y el
comisariado nada más aguantó vara.
-Todo va bien -dijo
el presidente municipal-. Pero hay algo que me extraña mucho. ¿A ver, Porfidio,
qué te sucede que no participas. Estás o no de acuerdo con el arreglo de todo
esto?
-Señó Presidente,
estoy muy de acuerdo. E bueno que de´jpué de tanta sangre que redamaron nue´jtroj
viejo ora se acabe con el problema. Pero mire ciudadano, tengo una gran congoja
que me e´jtá carcomiendo. Como u´jtede saben soy jaranero en toa la Co´jta Chica; de´jde Acapulco a
Ometepé voy cantando por nue´jtra feria, boda, quinceaño y demá. De eso vivo y
gracia a “Tata Cri´jto” que me tiene fre´jca la memoria y entonadilla la vo´j
pa´ segui tumbándola por el rumbo y lográ dinerito pa´ mantené a mi vieja
Prisciliana. Quiero deci´le que en toa la región ej e´jta tonadita que me piden
y vuelven a pedi y tengo que canta´la varia vece. La má pedida son la
chilenita. Etas levantan a un muerto y le afilan la mirada a un tuerto. Son la
sal de la fie´jta. La má´j aplaudida e´j la chilenita que habla de no´jotro, de
Huehuetán y de Juchitán y de su viejo pleito que ora se e´jtá acabando. E´jto
me puede por mi música, porque e´j lo mío, lo del diario. ¿Ahora, yo digo en mi
inorancia, qué va a pasá? Cómo le voy a hacé pa cambia´le la letra a la
canción. ¿Qué voy a hacé pa´ decí que Juchitán y Huehuetán ya no andan peliando
terreno? Ni modo que diga “Chi´jme” y ahora tenga que decir lo que no e´. E´jta
e´ mi preocupación.
-Pos cántale que
ahora, entre Juchitán y Huehuetán ya se chin&#aron la tierra. Que ya no la
dejaron a media; ni peliean -afirmó Frumencio Mújica, mientras las risotadas
clausuraban la Asamblea”.
A nivel nacional, y pudiéramos decir que
internacional; cuando se escuchan los acordes de la chilena “Alingo Lingo”,
inmediatamente se remonta uno al estado de Guerrero, ya que junto con otras
chilenas como: “Por los caminos del Sur” y “Linaloe”, ó “El Toro Rabón”, son emblemas que
identifican a nuestro hermoso estado.
En los eventos que realiza el Gobierno del
estado de Guerrero, en distintos municipios y comunidades que lo integran, no
puede faltar esta hermosa melodía como fondo, introducción ó preámbulo del
evento que se tenga programado, dando con sus notas un sentimiento de arraigo,
de pertenencia, de patriotismo.
Los pleitos se acabaron entre estas
comunidades hermanadas por su sangre, por su ascendencia, por su color y su
idiosincracia, sin embargo; el “alingo lingo” queda como un recuerdo, como un
testimonio de aquellas vivencias, y aún sigue despertando la alegría entre los
fandangueros costeños… y de otros lares!
En el concurso de canto realizado en Taxco,
Gro., nos trajimos un honroso 4º. Lugar de entre 16 planteles hermanos,
representando con orgullo a nuestra Costa Chica; sin tratar de justificar, diré
que existe mucha calidad interpretativa entre los jóvenes de las diferentes
Regiones de este hermoso estado Sureño.
A 94 años del
nacimiento de Alvaro Carrillo Morales ó Alarcón, y a 44 de su fallecimiento en
aquel trágico accidente, seguimos lamentando su irreparable pérdida; se fue de
este terrenal plano para brillar por toda una eternidad en el firmamento
artístico y musical, ya no de nuestro país México, sino de todo el mundo!
*Rubén Mújica
Vélez fue
delegado de la Procuraduría Agraria en varios estados de la República.