miércoles, 11 de octubre de 2017

MEMORIAS DE OAXACA

MEMORIAS DE OAXACA
Isaias López Abundis.
Ricardo, uno de mis hijos; cursó sus estudios profesionales en la escuela Normal Experimental “Gral. Venustiano Carranza” ubicada en la comunidad de Cacahuatepec, Oaxaca, escuela a la cual le guardo un especial cariño y agradecimiento; igualmente, a los profesores que contribuyen en la formación de tantos y tantos jóvenes de la Región, que ahí se preparan para su vida profesional.
Fue en el ciclo escolar 1995-1996, cuando mi hijo inició su carrera, y la Directora que estaba al frente de la Institución era la Profesora Socorro Barroso Peláez, y egresó en el año 2000, siendo Director el Profesor Juan Rojas Olmedo. En el mes de noviembre de ese mismo año, le fue asignada su plaza enviándolo a la comunidad de San Cosme La Paz, en la sierra de Oaxaca. Después de un año, decidí visitarlo y conocer ese alejado pueblito y otras comunidades de los alrededores; subí por la desviación que existe en Pinotepa para tomar rumbo hacia Cacahuatepec, pasando por San José Amuzgos, el camino es sinuoso, casi al llegar a Putla Villa de Guerrero, se torna más peligroso, ya que bordea profundos precipicios; viajé de noche, en la oscuridad sólo se oía el runrunear del motor del autobús. Al fin llegamos a Putla, antigua y hermosa ciudad situada a orillas de la carretera, rodeada de cerros y de un agradable ambiente, cuna de de Macedonio Alcalá Prieto, nacido el 12 de septiembre de 1831, autor del famoso vals “Dios nunca muere” con esa seguridad, ahí pernocté.
Al día siguiente, de madrugada salí con rumbo a San Cosme la Paz, pueblito enclavado en la sierra, hombres y mujeres rodeaban bidones ó “tambos” metálicos con leños ardiendo en su interior mientras saboreaban un rico atole o café, el frío era intenso. Como a la una de la mañana Salí en un autobús “guajolotero”. Pasamos por La Joya, y La Hacienda; fue en San Pedro Siniyuve que nos detuvieron sus habitantes para pedirnos cooperación, ya que se disponían (en ese día) a echar la losa de concreto a un puente que estaban construyendo sobre la carretera de terracería; hileras de mujeres se encontraban en cuclillas moliendo nixtamal de maíz en sendos metates para elaborar tortillas para el almuerzo de los hombres trabajadores; continuamos hacia Zimatlán de Lázaro Cárdenas, el camino se antojaba interminable, llegamos a Nopalera, El Ranchito, Atoyaquillo, y ¡por fin! Después de cinco horas de camino llegué a San Cosme La Paz. Como coincidencia, mi hijo tenía cita con el Supervisor escolar en la comunidad de San Andrés Cabecera Nueva, así que…nos tuvimos que regresar en el mismo camión, ya que sólo entraba uno en la mañana y otro por la tarde; ¡otras cinco horas de regreso! La carretera de terracería se veía que en un tiempo fue recubierta con grava-arena, pero con la lluvia, la arena se deslavó quedando un revestimiento de pura piedra, accidentado con subidas y bajadas, lo cual hacía más penoso y tardado el viaje a bordo de aquel autobús “guajolotero” ¡por algo les dicen así!
Llegamos a Putla, rápidamente trasbordamos hacia Tlaxiaco, luego a Chalcatongo de ahí cambiamos el rumbo, la ruta era; Cuanana, Itundujia y finalmente San Andrés Cabecera Nueva; aunque hay menos poblaciones de por medio, la distancia, el tiempo y la carretera de terracería son iguales, en este tramo alcancé a mirar a niños caminando, me explicaba mi hijo que eran niños que regresaban caminando de sus escuelas hacia alguna ranchería, hasta dos horas para llegar a casa, como aquel pequeño de nombre Benito Juárez, oriundo de San Pablo Guelatao, gigante de México y Latinoamérica. También campesinos que caminaban descalzos junto con sus hijos bajo las inclemencias del sol, con cargas a cuestas, colgadas con malacates de sus cabezas hacia sus espaldas, cargas que se apreciaba, no les pesaban más que sus cuitas.
Según mi humilde apreciación, el presupuesto que se destina a las comunidades, se fracciona tanto como el número de municipios que existen (570). Además Oaxaca es territorialmente muy extenso, tiene una extensión de 93, 793 kilómetros cuadrados, ocupa el 5º. Lugar a nivel nacional, lo que hace muy difícil el acceso hacia algunos lugares. A veces se llega en avioneta, a caballo y en el peor de los casos, caminando hasta ocho horas o más (según nos comentaba un maestro de la Región, ya que el servicio de transporte y carga en esos lugares de la sierra es difícil encontrar ó alquilar; en ocasiones se tiene que esperar a camiones “Troceros” de esos que transportan trozos de madera de pino sin aserrar, para viajar arriba de ellos como si se fuera a jinetear un potro bruto.
Es corto el espacio para expresar las experiencias que viví; sin embargo, quiero comentar que quedé impresionado con la pobreza que se palpa entre los habitantes de esa parte de la montaña de Oaxaca, y estoy seguro que se vive en otrs partes de mi estado de Guerrero y otras entidades de nuestro querido México.
Nuestros gobernantes le quedan mucho a deber a esos niños y jóvenes de miradas anhelantes, con más hambre de progreso, ¡que de comer!
Al andar por esos caminos fui escribiendo el siguiente pensamiento, aclarando que sólo es un punto de vista muy personal!
“SEMBLANTE BIZARRO”
Por entre piedras y montañas
Tragado por húmedos fríos
Bordeando el abismo voy con el asfalto
Por esas fauces que subyugan
Y que causan sobresaltos,
¡Oh Oaxaca, mi Oaxaca!
Tan grande y tan pobre…
La figura de tu hijo Juárez
No alcanzaron a cobijarte con justicia.
Tu traje de Triqui necesita sr renovado
Tu perfil serrano que se esconde en la tristeza
Me lastiman como el cardo del camino
Tus pies por las piedras desangrados
Ya necesitan calzar huaraches finos!
Tus antiguas cordilleras
Caminan en callada procesión
Con hachones de ocote resinoso
Van llorando por guerreros que han caído
Y al compás de lúgubres motosierras
Son arrastrados en patético camión
¡oh Oaxaca, mi Oaxaca!
Tan noble y tan niña!
Ataviada con fúnebre rebozo,
Tu progreso es escondido dentro de un pozo…
Yo cambiaré tu gris de niebla
Por un color rojo sandía,
Un amarillo de frescos girasoles
Por un vivocolor aguamarina
Donde tu india se bañe de alegría
Y donde tus aires…retocen en la cima!

martes, 10 de octubre de 2017

"ES MI COSTA CHICA"

"ES MI COSTA CHICA"
Autor: Isaías López Abundis.

CANTO MI CHILENA/
CANTO A MIS HERMANOS/
A MI COSTA CHICA/ SUS MONTES Y LLANOS
/ LE CANTO A SAN MARCOS AL BELLO NIDO Y A CRUZ GRANDE/
MARQUELIA, SAN LUIS Y AZOYU SON UN ENCANTO.
CUAJINICUILAPA, CUAUHTEPEC Y AYUTLA/
JUCHITAN, COPALA/ IGUALAPA EMBRUJA/
PUEBLOS QUE COMPARTEN TIEMPO Y RASGOS CULTURALES/
SANGRE INDIA Y MESTIZA, SANGRE CRIOLLA DE ANCESTRALES.
UN SALUDO AMUZGO, OTRO EN MEXICANO/
CORAZONES DE INDIO, MANOS DE ARTESANOS/
VAN TEJIENDO EN HILO ILUSIONES CON LAS MANOS/
MANTOS DE ALEGRIA Y ACUARELAS A DESGRANO.
LE CANTO A CHAUTENGO, A PLAYA VENTURA/
BOCANA Y PEÑITAS, DE GRAN HERMOSURA/
ES MI COSTA CHICA UN BELLO MUNDO DE COLORES/
CORRIDOS, CHILENAS FORMAN PARTE DE FOLCLORES.

lunes, 2 de octubre de 2017

UN ANGEL



UN ANGEL, NOS ABRIO LA PUERTA
ISAIAS LOPEZ ABUNDIS

En triste y árido desierto:

Uno de mis brotes de esperanza, languidece;
Porque a su vida que como aquel sol
Que en la mañana viene,
Una nube cargada de pena le oscurece

Más, un bendito y cierto día:

En el letargo de la noche oscura,
Un hada madrina le envolvió en su velo,
Aquella pena con bondad tritura
Y con un rayo de luz iluminó su cielo.

Bendita ninfa que con su alma buena
Trajo alegría y dio vida a una vida nueva
Que Dios te guarde, le pido, María Elena,
Y te dé cabida en su villa, Villanueva,
Y a tus brotes los colme de alegrías,
Y te bendiga en tus noches y en tus Díaz!


…¡GRACIAS, MAESTRA!

lunes, 31 de octubre de 2016

RECORDANDO A TIA CHENCHA



Ausencia Abundis Franco; La Tía Chencha
In memoriam.
Por Isaías López Abundis.

“A lo sonoro, llega la muerte como un zapato sin pie, como un traje sin hombre. Llega como un anillo sin piedras, llega a gritar sin la boca, sin lengua, sin garganta. Sin embargo, sus pasos suenan y sus vestidos suenan…callados, como un árbol!. (Gabriela Mistral

El día 27 de octubre (2009), amaneció nublado; la lluvia empezó a medio día, como presagio de la noticia que estaba por recibir: suena el celular…es mi hijo Nelson:- ¿ya supiste?, falleció Tía Chencha, en Acapulco, que su cuerpo lo traen como a media noche-. Al instante, su imagen, su recuerdo me llega a la mente.
Cuatro hijas tuvieron mis abuelos Manuel Abundis Priego y Carmen Franco Tapia: Basilisa; Angela (mi madre), Ausencia y Rosalía.
Mi tía Ausencia se casó con Constantino Evaristo Jiménez, nacido en Ometepec, de profesión Telegrafista, quien llegó a Azoyú para quedarse. Procrearon a Carlos, Raúl, Nelly y José Luis, de apellidos Evaristo Abundis. El Doctor Carlos y el Contador Raúl, tuvieron el honor y la responsabilidad de servir a mi pueblo de Azoyú, como presidentes Municipales en sendas administraciones.
MUJER INDUSTRIOSA
A mi tía Ausencia la recuerdo como una mujer fuerte, trabajadora, emprendedora, que ayudaba a la gente pobre de las comunidades del municipio. Junto con sus hermanas y otras señoritas, recibió un curso de corte y confección que impartió la tía Adelina Bautista Priego, lo que le sirvió para poner un taller de costura donde, además de enseñarle a tantas y tantas señoritas, les daba trabajo, ya que en su taller se confeccionaban uniformes escolares y prendas de vestir como; pantalones, camisas, faldas, mandiles, etcétera, y surtía de telas y ropa de vestir a comunidades de Azoyú y de otros municipios.
La tía Chencha tenía, además su tienda de abarrotes donde vendía al mayoreo y menudeo. En resumen, era una mujer dedicada al negocio y al comercio.
De joven fue hermosa, igual que mi madre y mis otras tías. Se sabe en el pueblo que mi padre Isaías López Oliva llegó a Azoyú (en el año de 1944) como maestro musical para poner por primera vez la danza de “La Conquista”, mi tía Ausencia fue la Malinche de dicha danza, lo cual causó gran admiración y expectación entre la gente del pueblo. Las dos: la tía Chencha por su belleza y la danza por su colorido, vestuario y significación.
Bueno es mencionar que tía Chencha era muy afecta a la lectura de obras literarias, revistas de moda y de entretenimiento que mandaba a comprar al puerto de Acapulco. He de confesar que fue en su casa, donde de niño, empecé a leer revistas de historietas y algunos libros; y fue ahí también, que escuché las primeras canciones que magistralmente interpretaba Julio Jaramillo, canciones que aún perduran en mi gusto personal y forman parte de los recuerdos de mi niñez.
ADIOS TIA CHENCHA
Al salir de Marquelia, el día 28 de octubre por la mañana, en la Iglesia estaba una banda musical tocando las mañanitas a SanJudas Tadeo, intercesor de las causas difíciles. Al pasar por Juchitán, igualmente, una banda de “Chile frito” tocaba en honor a San Juditas. Kilómetros adelante, se encuentra el poblado de San Isidro El Puente, donde también se preparaban para festejar al Santo Varón.
Llegando a “El Carrizo”, empezaron a desfilar los árboles de bocote, que por estas fechas, con sus blancas e inodoras flores, anuncian a “Todos Santos” ó “el “Día de muertos”. Un aire fresco y una lluvia finita, me hicieron recordar la presencia del frente frío número 8, anunciado por el Servicio Meteorológico.
Al llegar a Azoyú, me dirigí a la casa de Tía Chencha. La encontré acostadita en su ataúd; en su semblante se reflejaba la paz de quien ha cumplido a cabalidad con su misión de hija, de esposa y de madre. De quien llega satisfecha a la presencia del Señor para entregarle el alma que le fue dada…ó prestada!. Le susurré al oído-“¡hasta luego, Tía Chencha!... tus hermanas, tus hijos, sobrinos, nietos, parientes y amigos, te llevaremos por siempre en nuestras mentes y en nuestros corazones”!
¡pero, ¡no!...tu misión no está acabada, que ni es la nada el punto en que nacemos; ni el punto en que morimos es la nada. Círculo es la existencia y, mal hacemos, al querer medirla le asignamos, la cuna y el sepulcro por extremos! (Manuel Acuña)

lunes, 8 de febrero de 2016

Adios a un gran bohemio...


El día lunes 11 de octubre de 2010, falleció en la Ciudad de Acapulco el señor Mateo Aguirre López, un gran bohemio nacido en el "Bello nido" de la Costa Chica de Guerrero, poseedor de un gran carisma y talento. Precisamente hace un año, el Ayuntamiento de Ometepec organizó un programa para ofrecer un merecido reconocimiento a los grandes compositores e intérpretes de la música de esta bella región costeña. Entre los homenajeados se encontraban precisamente los hermanos Mateo y Alfredo Aguirre López, Indalecio Ramírez Rodríguez, Gabriel Ramírez Rodríguez, Juan Morales López, Manuel Sánchez Carmona, Salomón Ortiz López y Aquileo Bracamontes Dávila.

En el año de 1996 o 97, el gobierno del estado realizó una edición especial de un disco que grabaron los hermanos Vargas, de Ometepec, Los Chileneros de la Costa, dueto Blanco y Negro, Pepe Jara y Mateo Aguirre, contando con la participación de Cheto Pérez, un extraordinario requintista; además del requintista de los Yonic,cs. Todas las canciones que contiene este disco son de la inspiración de Álvaro Carrillo, el Vate de la Costa Chica. Don Mateo interpreta “No sé por qué me pongo triste”, “Allá tú” y “Tardes de Ometepec”. Sin duda hoy, la bohemia de nuestra región se encuentra de luto. Don Mateo Aguirre López: Descanse en Paz!

A propósito de bohemios

Investigando en un diccionario de la lengua castellana, encontré que la palabra bohemio, tiene la siguiente definición:

Bohemio: //Gitano//vida apurada o desordenada de algunas personas, como artistas y literatos. Persona que gusta de la vida urbana nocturna, sin apego a las convenciones sociales.

Deduzco entonces, que “La Bohemia” le podemos llamar a una reunión de bohemios o personas que comparten el gusto por el arte, la música y la literatura y, por añadidura, el vino, el café y el cigarro. Sin embargo, el bohemio no es un tomador cualquiera, es un ser sentimental, creativo, pasional a veces, que lo mismo pinta, escribe, interpreta personajes en el cine o interpreta canciones y/o compone música; un individuo que nos conmueve y nos hace sentir placer, alegría, amor, odio, depresión o tristeza, que nos hace reflexionar cuando leemos una obra literaria , cuando admiramos una buena pintura, una buena película y hasta nos dan ganas de tomar una copa cuando escuchamos una pieza musical que nos toca las fibras del corazón, o nos queda a la medida con alguna situación que estamos enfrentando en la vida.

Así en México existieron y existen, grandes artistas que han hecho las delicias de generación tras generación, y que han llenado de recuerdos nuestras mentes y que han marcado por etapas nuestras vidas. Quién no recuerda las películas de Pedro Armendáriz, de Carlos López Moctezuma, Arturo Martínez, María Félix, Dolores del Río, Sara García, Marga López, los hermanos Fernando y Andrés Soler, Pedro Infante, Jorge Negrete y otros. Salvo su mejor opinión estimado lector, actualmente no encuentro un artista de cine que nos conmueva de tal manera como lo hicieran los antes mencionados.

Dentro de la música, recuerdo a un ecuatoriano que en mi niñez yo viví pensando que era mexicano, me refiero a Julio Jaramillo. Díganme quién no se ha estremecido con la calidad interpretativa de este gran bohemio que saboreó las mieles de la gloria, de la fama y que paradójicamente murió sino en la ignominia, en una mala situación económica. Quién no recuerda también a Don Alfredo Jiménez, Agustín Lara, Pedro Vargas, Pepe Guízar, Javier Solís, Pedro Infante, los hermanos Juan y Amalia Mendoza “Los Tariácuri”, “Los Panchos” creadores del requinto, del trío y de toda una época romántica en México y el mundo. Igual José José, Armando Manzanero, Víctor Iturbe “El Pirulí”, el gran cantautor Juan Gabriel, Vicente Fernández, Martín Urieta, Marco Antonio Solís, y un gran valor dentro del bolero romántico, Carlos Cuevas... y muchos más.

En nuestros estados de Guerrero y Oaxaca, contamos con artistas y bohemios que han dado grandes aportes a la música y al arte nacional, estatal y regional, tales como: Álvaro Carrillo, Agustín Ramírez, Tadeo Arredondo, Don Vidal e Indalecio Ramírez, Joan Sebastian, Ethel Diego Méndez (compositor del tema Es mi Regalo), Roberto Belester, los hermanos Arizmendi, , José Manuel Zamacona, Tiburcio Nogueda, Pepe Ramos, y un dueto que hizo época, “Los Románticos del Sur”, así como Mateo y Alfredo Aguirre, Don Cheto Pérez, siendo éste un extraordinario requintista; el dueto “Blanco y Negro”, los hermanos Bautista de Azoyú, Chanta Vielma, Pedro Torres, don Higinio Peláez y su talentosa esposa, y tantos cancioneros más.

Entre los pintores mencionaré a Casiano García Jarquín, de Huehuetán; a mi paisano Lucas Martínez, de Azoyú, a Carlos Guerrero Suástegui. Entre los escritores que entregan el alma en cada obra mencionaré a Rubén Mora Gutiérrez de Cuauhtepec; a Juan García Jiménez, de Ometepec, así como al ingeniero Abel Baños Delgado y Adolfo Gazga Baños, de Oaxaca, además de innumerables bohemios urbanos y populares compositores como Gonzalo Gallardo. Pido disculpas a los que escapan a mi mente.
Concluyo diciendo que no todo el que toma es bohemio, ni todo bohemio necesariamente tiene que tomar; recordemos el caso de Pedro Infante, quien no tomaba alcohol y, sin embargo, qué de emociones transmitía. O el de la señora Amalia Mendoza, quien al interpretar sus canciones, lloraba de emoción. ¡Eso es tener alma de bohemio!, y esa sería su esencia: libar, pero crear, trasmitir, motivar, conmover, y compartir del arte o talento que se posea.

Por ISAÍAS López Abundis

martes, 20 de enero de 2015

"RECUERDOS"

"RECUERDOS"
De mi anecdotario:
https://www.youtube.com/watch?v=1Aav0EN7aAo
Corría el año de 1965, era yo un niño; Filemón Medina vendía telas en Marquelia, él era muy amigo de mi padre, pues ahí ahí afuerita de su puesto de ropa, los fines de semana mi papá desempeñaba (entre otros) el oficio de peluquero, y yo me ponía a ayudarle a File, a sacar cuentas, pues yo las sumaba sin escribirlas en papel. File le pidió permiso para que yo lo acompañara a vender telas en la feria de la virgen de la Candelaria, el 2 de febrero en Tututepec, Oaxaca. Era la primera vez que me despegaba del seno familiar. Salimos a fines de enero, llegamos a Pinotepa Nacional; ahí, en el centro se encontraba el mercado, donde comimos; una señora morena y gorda nos atendió, Filemón era muy conocido por esos rumbos pues vivía y se ganaba la vida andando de fiesta en fiesta, partimos después de las tres de la tarde, llegamos al Río verde donde cruzamos en lanchas, en Santa Rosa nos quedamos a pasar la noche en casa de unos amigos de File; al siguiente día tomamos el camino de terracería hacia Tututepec, cuando llegamos nos recibió un amigo que él tenía allá, nos indicó el lugar donde habríamos de armar el puesto de venta de telas y ropa, para el día primero y dos de febrero la fiesta estaba en su apogeo; el bullicio de la gente, los pregones las bandas de música, los cohetes y las danzas, me hacían olvidar un poco el cariño de mis padres y hermanos. Dormíamos en el mismo puesto, solamente se bajaban los “manteados” y hagan de cuenta que estábamos en el cuarto de un hotel. Pero ese día dos de febrero como a las doce de la noche desperté, un altoparlante se escuchaba a lo lejos, una melodía resonaba en el silencio, era una canción muy triste (para mi gusto), la letra rezaba; “a la luz de una vela de cera, me he sentado a escribir esta letra”. Fue esa la primera vez que experimenté y/o conocí el sentimiento de nostalgia, esa canción en especial, quedó marcada ó grabada en el recuerdo de mi niñez, sentí un nudo en la garganta y de mi pecho escapó un sollozo;-¿que te pasa?- me preguntó Filemón-, nada –le contesté. El se levantó y prendió una lámpara de mano, ¿te duele algo? Me volvió a preguntar, -no, sólo estoy un poco triste, le dije- duérmete, me dijo, mañana nos vamos. Nos regresamos hasta el cuatro de febrero. Hoy, buscando una canción me encontré con aquella que me hizo llorar en mi niñez y mi mente se remontó hasta aquella época tan hermosa.

viernes, 18 de julio de 2014

"EL MAESTRO TANCHO"

El pasado día 12 de Febrero de 2014, falleció el Señor Constancio Hernández Petatán.
El Maestro Tancho, nació el primero de septiembre de 1923, en Santa Cruz del Rincón, Municipio de Malinaltepec, Gro., hijo de Pedro Hernández Olguin y Rosario Petatán Santana; primogénito de 12 hermanos; a los seis años de edad, estudió solfeo y música 5 años en San Miguelito, del Municipio de Iguala, Guerrero. A los 17 años, movido por la inquietud y vocación por la docencia, se traslada a la ciudad de México para inscribirse en la Escuela Nacional de Maestros; estudios que no logró concluir debido a la carencia de apoyo y recursos económicos, a la edad de 20 años abandona la Escuela Nacional para abrazar de lleno el oficio ó carrera de músico; debido a sus habilidades y aptitudes logra el dominio de instrumentos como el sax alto, guitarra, percusiones y otros de aliento. Organiza bandas, orquestas y grupos musicales en diversas partes de nuestro estado de Guerrero, así como del estado de México, Morelos y Oaxaca, finalmente recibe la oportunidad de desempeñarse como Maestro de Música de la Misión Cultural que por esos años tantos músicos, artesanos, albañiles, carpinteros, y en otras disciplinas aquella noble Misión formara.
Finalmente, en el año de 1954, la brigada de la Misión Cultural le propone como Maestro de Música, lo cual de inmediato aceptó gustosamente; asi es como fue enviado a Azoyú Guerrero, pues en ese mismo año se fundó el Jardín de Niños “María Luisa Ocampo”, fue cofundador del mismo com la Profesora Bertina Muñoz Campechano, (Directora) y las educadoras Betita Bautista Meza, Rutila Bautista Galindo; el Maestro “Tancho” como se le conocía, fue solidario y amistoso con los niños y la gente del puebloposteriormente se integrarían Camerina Hernández y Rosalinda Bautista Miranda. Casi inmediatamente, los hermanos Melquiades y Humberto Bautista Priego lo invitan a integrarse a la orquesta del pueblo que ellos habían organizado.
En el año de 1958, asiste al Restaurant de Doña Maurilia Herrera, “Doña Huica”, donde conoce a la señora Aurora Valerio Bautista, ambos quedan flechados por Cupido y al poco tiempo contraen matrimonio; ella tenía 2 hijos, Santiago y Miguel, y el Maestro Tancho los cobija como hijos propios. De su mutua convivencia y relación como esposos dan vida a 5 hijas: Rosa, Tranquilina, Delfina, Clara y Magdalena.
Algo que es digno de mencionar, es que el Maestro Tancho, compartió sus conocimientos musicales con los niños del pueblo, niños que hoy son hombres de bien; además, fue quien le enseñó solfeo a Indalecio Ramírez Rodríguez, “El Indio de Igualapa”, compositor de gran renombre nacional e internacional.
Fue el Profesor José Luis Rodríguez Muñoz, hijo de la Maestra Bertina Muñoz Campechano, su fiel compañera de trabajo, quien dirigió unas sentidas palabras de despedida al Maestro Tancho, finalmente, niños de la población entonaron cantos infantiles en su honor, y además, quebraron piñatas, algo inusual en un sepelio; sin embargo, fue muy emotivo. Descanse en Paz el Maestro “Tancho”.
Isaías López Abundis.
Azoyú Guerrero.