jueves, 13 de marzo de 2014

Don Higinio Peláez



Un texto del año 2011.
UN ADIOS A DON HIGINIO.
Isaías López Abundis.


¡ah!... es tu chilena, nostalgia pura; va retozando en monte y llanura/ de Nomeolvides, tu barca llena; vas repartiendo sin amarguras…!


No puede uno permanecer impasible e indiferente ante el dolor ajeno ó ante la pérdida de un valioso ser humano.
Cuando el próximo pasado día 2 de noviembre me enteré de la muerte de Don Higinio Peláez Ramos, supe que la Costa Chica de Guerrero y de Oaxaca; que el pueblo entero, habíamos perdido a un gran artista, a un gran bohemio; a un defensor y difusor de la chilena, compositor y promotor cultural. No puedo decir que fuimos íntimos amigos, pero sí que compartíamos el mismo gusto por la música y la bohemia, la última vez que le vi personalmente fue en un homenaje que se realizó en honor del fallecido y mutuo amigo Tarcisio Estrada Bautista, en Azoyú Guerrero, el día 15 de noviembre de 2008; programa donde participaron otros artistas como: América del Río; Froilán; Leonardo Guillén; El Mariachi Azoyú; don Joaquín Alvarez Añorve; Los Bohemios de Ometepec y Ramiro Aparicio, entre otros. Al final de dicho programa nos quedamos acompañando en la bohemia a mi compadre Ramón Estrada Bautista, (hermano de Chicho) ahí don Higinio y su fiel compañera y esposa, doña Fidela; se prodigaron interpretando para los presentes, lo mejor de su repertorio musical, el tiempo se fugó en caballo alado; nos sorprendieron los minutos de un nuevo día disfrutando de sus bien afinadas y acopladas voces.
Don Higinio, siempre ponía énfasis sobre la importancia de la música, haciendo llamados a las autoridades de los diferentes municipios para que apoyaran a los iniciados en el arte musical, pues decía que “La música es un lazo de convivencia y sensibilizador de la humanidad”. Puso a la disposición su número telefónico, su talento  y su persona para apoyar en programas culturales, así como para dar talleres de guitarra a quienes se interesaran en aprender de él. Su llamado quedó en el aire; así como su figura, su pensamiento. Su obra y/o sus canciones estarán presentes en el ambiente musical de la Costa Chica; de los estados de Guerrero y de Oaxaca y más allá de nuestras fronteras. Mi más sentido pésame a su esposa Doña Fidela Vera, a sus hijos y familiares.
Con la letra del último verso y estribillo de su chilena “Azoyú” que le escribiera a mi tierra, despedimos a don Higinio Peláez Ramos, enviándole un prometedor… hasta luego!
“llegó el momento inclemente/de tu suelo me retiro/ pero de donde me encuentre/ te mandaré mis suspiros”
“Son tus mujeres un rosal en flor/ todos tus hombres de gran corazón;/ por eso noble Azoyú aquí te doy/ como un recuerdo mi alegre canción…Adiooos!”

Y como se me ha hecho costumbre; comparto con ustedes un bonito poema de un autor que de momento no recuerdo el nombre, el cual es una crónica de una triste despedida, y que encierra una interrogante que jamás será despejada:
















A DONDE VAN LOS MUERTOS.

Cerraron sus ojos que aún tenía abiertos,/ taparon su cara  con un blanco lienzo,/ y unos sollozando, otros en silencio,/ de la triste alcoba  todos se salieron./ La luz que en un vaso, ardía en el suelo,/ al muro arrojaba  la sombra del lecho,/ y entre aquella sombra  veíase a intervalos/ dibujarse rígida  la forma del cuerpo./ Despertaba el día  y a su albor primero/ con sus mil ruidos  despertaba el pueblo./ Ante aquel contraste de vida y misterio,/ de luz y tinieblas, yo pensé un momento:/ ¡Dios mío, qué solos se quedan los muertos!/ De la casa, en hombros,  lleváronle al templo,/ y en una capilla  dejaron el féretro./ Allí rodearon  sus pálidos restos/ de amarillas velas  y de paños negros./ Al dar de las Ánimas, el toque postrero,/ acabó una vieja, sus últimos rezos,/ cruzó la ancha nave,  las puertas gimieron/ y el santo recinto quedóse desierto./ De un reloj se oía  compasado el péndulo/ y de algunos cirios  el chisporroteo./ Tan medroso y triste,  tan oscuro y yerto/ todo se encontraba que pensé un momento:/ ¡Dios mío, qué solos se quedan los muertos!/ De la alta campana, la lengua de hierro/ le dio volteando su adiós lastimero./ El luto en las ropas, amigos y deudos/ cruzaron en fila formando el cortejo./ Del último asilo, oscuro y estrecho,/ abrió la piqueta el nicho a un extremo;/ allí le acostaron, tapiáronle luego,/ y con un saludo despidióse el duelo./ La piqueta al hombro  el sepulturero,/ cantando entre dientes, se perdió a lo lejos./ La noche se entraba, el sol se había puesto:/ perdido en las sombras yo pensé un momento:/ ¡Dios mío, que solos se quedan los muertos! En las largas noches, del helado invierno,/ cuando las maderas crujir hace el viento/ y azota los vidrios el fuerte aguacero,/ de su pobre esposa, a veces me acuerdo./ Allí cae la lluvia con un son eterno;/ allí la combate el soplo del cierzo./ Del húmedo muro tendido en el hueco,/ ¡acaso de frío se hielan los huesos...!/ ¿Vuelve el polvo al polvo? ¿Vuela el alma al cielo?/ No sé; pero hay algo que explicar no puedo,/ algo que estremece aunque es fuerza hacerlo,/ el dejar tan tristes, tan solos los muertos/”

miércoles, 12 de marzo de 2014

FIESTA DE "TODOS SANTOS" EN MEXICO



TODOS SANTOS: FIESTA DE VIVOS Y MUERTOS.
Investigación, compilación y aportación:
Isaías López Abundis.
GUERRERO, MEXICO

Las tradiciones, las costumbres y la cultura en general, dan una identidad propia a los pueblos del mundo. Las tradiciones son también, un legado de nuestros antecesores, las mismas que se mantienen vivas a través de los siglos transcurridos; festejos, ceremonias, ritos, que como diría Octavio Paz; “afinan y despiertan nuestra imaginación y nuestra sensibilidad”. –cuando señala respecto a las fiestas tradicionales de México- En pocos lugares del mundo se puede vivir un espectáculo parecido al de las grandes fiestas religiosas de México, con sus colores violentos, agrios y puros y sus danzas, ceremonias, fuegos de artificio, trajes insólitos y la inagotable cascada de sorpresas de los frutos, dulces y objetos que se venden y  consumen esos días en plazas y mercados”.
Lo importante es que a través de la práctica se preservan y se traen al presente, para recordar la esencia mística  de nuestros antepasados, su religiosidad, su fortaleza, sus temores, sus alegrías.

La mitología Mexica

En la mitología Mexica; Mictlán (del náhuatl mic- “muerte” y tlan-“lugar de”) era el nivel inferior en la tierra de los muertos, se dice que los guerreros que morían en el campo de batalla y las mujeres que morían en el parto, no iban al Mictlán después de la muerte, sino que iban a Tonatiuhichan (la casa del sol); los muertos por agua iban al Tlalocan y los pequeños que fallecían antes de nacer regresaban al chichihuacaulco (lugar del árbol amamantador).
Por su parte, los que morían de muerte común iban al Mictlán, que era el último de los nueve niveles del inframundo ubicado al norte y tierra de descanso eterno; el cual estaba gobernado por Mictlantecuhtli y su señora Mictlancíhuatl quienes se encargaban de recibirlos.
Para lograr el descanso eterno, los muertos debían hacer un duro recorrido por ocho niveles del Mictlán; al cabo de cuatro duros años de retos y ayudados por Xolotl (dios del relámpago y los espíritus), los muertos llegaban al Chicunamictlan, que era el noveno y último nivel donde alcanzaban la liberación de su tonali (alma). Los nueve niveles del Mictlán eran los siguientes:
  1. En el Apanohuaia o Izcuintlan había un río que sólo podía cruzarse con la ayuda del perro Xolotl,
  2. El Tepectli Monamictlan era el lugar donde los cerros chocaban entre sí.
  3. Iztepetl, o cerro de navajas
  4. Izteecayan o lugar en el que sopla el viento de navajas
  5. El Paniecatacoyan era una zona desértica y fría, ubicada al pie del Izteecayan,
  6. El Timiminaloayan era un sendero con manos invisibles que acribillaban a los pasantes con sus puntiagudas saetas
  7. En el Teocoyocualloa había una fiera que se comía el corazón de la persona y después ésta caía en un lago donde un caimán lo perseguía
  8. El Izmictlan Apochcalolca o el camino de la niebla que enceguece era un lugar con nueve ríos que la persona debía cruzar.
  9. Por último, el_Chicunamictla_, como ya lo mencionamos, era el lugar de descanso eterno donde se liberaba el tonal
En el México prehispánico varias eran las culturas que acostumbraban honrar a los muertos, entre éstas destacan los mexicas, mayas, purépechas y totonacos. Los mexicas, por ejemplo, honraban a los muertos “chiquitos” en el Miccailhuitontli durante el mes conocido como Tlaxochimaco, aproximadamente el 16 de julio; por su parte, el Ueymicailhuitl era la celebración de los muertos grandes que tenía lugar aproximadamente el 5 de agosto y se caracterizaba por sacrificios de personas.
Antes de la conquista, los pueblos originarios rendían culto a los antepasados en agosto, fecha que coincidía con la cosecha del maíz, del frijol, de las calabazas y otros productos del campo, los Frailes que llegaron con los españoles trasladaron la fecha para empatarla con el día de Todos Santos y Fieles Difuntos del calendario Cristiano (1 y 2 de noviembre respectivamente), con ello nació una de las tradiciones más ricas y con más arraigo en nuestro país.
La Fiesta de Todos Santos: fiesta de vivos y muertos.
Actualmente los días de Todos Santos son días de convivencia familiar; de viajar a los lugares de origen para visitar la tumba del ser querido, de sepulcros pulcros, bañados con agua de cal; de panteones mustios a punto de estrenar vestido; días de flores multicolores, de ceras, de inciensos, de oraciones, de llantos, de risas, de música; día en que los pequeños niños aunque no alcancen a comprender el significado de esta tradición, gustosos disfrutan y se “empanzonan”  con arroz con leche, cañas, conservas de calabazas, papayas, tejocotes, etc.
Recuerdo a aquellos niños que después de que su padre falleciera meses atrás, y su madre fuera sepultada en ese día, inconscientemente comentaban; “murió papá, comimo pochole; murió mamá, comimo pochole, ¿verdá manito?”; -al cabo dicen que las penas, con pan, son menos-.
Mientras los difuntos llegan, los integrantes de la familia degustan los tamales de carne, el mole de gallina ó de totole con tamales nejos, ó el enchirmolado de “cuche” con memelas de maíz nuevo. La comida es muy importante, ya que representa la comunión, la generosidad, el compartir con los que ya han partido a otro plano.
Las flores también no pueden faltar, especialmente la de Cempasúchil, llamada “flor de muerto” que despicada, con su brillo, color y aroma, muestra el camino a las almas hacia el hogar donde un día moraron y que en estas fechas son los invitados de honor; también la flor de olote y la amapola engalanan las tumbas y los altares; hay que decir que existe una gran variedad de flores de acuerdo al estado ó Región, con las que se reciben a los viajeros provenientes de Mictlán.
La cera es otro elemento que no puede faltar; en años pasados, por las noches, se colocaban velas en lo alto de los árboles y se prendían para guiar a las almas que viajaban en la oscuridad hacia sus respectivas casas.
Existen otros elementos que acompañan a vivos y muertos en su imaginario encuentro, como la música ó cantos y alabanzas, el incienso y el copal que dan un ambiente de santificación y purificación; los que en otra ocasión mencionara como la flor de bocote ó Cueramo que viste la campiña en estas fechas, el grillo que con afán trata de alejar a la muerte, y el cuco prieto que orada las paredes de las casa de adobe y de “Jaulilla”.
A flor de tierra, con algunas variantes podemos encontrar en nuestra cultura actual, el culto, los rasgos distintivos de religión y magia de nuestros antepasados; está latente el recuerdo de la peregrinación  de las almas de los muertos que cruzan el río Jordán, guiados por un perrito bermejo; como antaño cruzaran, para llegar a la mansión de Mictlantecuhtli. Algunos elementos genuinos de aquella tradición azteca tales como: la flor de Cempasúchitl y frutos que la tierra brinda como el maíz, el arroz, el frijol, la calabaza, subsisten o perduran y acompañan a los mexicanos en esta extraordinaria celebración.
En actitud de súplica y valiéndonos de las plegarias pedimos por aquellos seres queridos que se nos adelantaron en el camino, con la promesa que volveremos a reencontrarnos un cierto día.
Dejo para Ustedes amables lectores, fragmentos de un poema de Raúl Leiva, publicado en 1946, en la revista “Letras Mexicanas”
“DIOSA DE LA MUERTE”
Desde viejas raíces milenarias/ tu voz, tu aliento rudo, tu mirada/ nos socava en el sueño, nos enlaza/ a tu tiempo de muerte y rebeldía/ nutrida de la tierra/ y en su sabor intenso fascinada. Coatlicue terrenal/ mi mundo es éste, de piedra congelada, de sangre que florece/ de muerte, quieta muerte detenida/ caminas en lo duro que sostiene tu trono ensimismada. Amapola del horror, ángel perdido/ diosa de lo terrible y de la muerte,/ sobre la tierra sueñas y dominas/ nada apaga tu fiera omnipotencia/ señora de lo oscuro y lo ignorado.

 les comparto el siguiente link con derechos reservados al autor:
 http://www.youtube.com/watch?v=33Gcl5mX7r4


ASTRO DE MIS CATACUMBAS



El presente poema lo escribí para compartirlo con los jóvenes alumnos de un Plantel educativo de nivel Medio Superior; para poder entenderlo les comparto también el glosario; es decir, la significación de cada palabra "desconocida"

“ASTRO DE MIS CATACUMBAS”

Autor; Isaías López Abundis

Mi alma de anacoreta

Perdida en el anacronismo,
Me dicta versos en anagliptografía.

Divagando en el helenismo,
Xenófobo, vesánico,
En el fondo de la sima hiberno.

Sólo emerjo de mi inanimada
E inane estancia,
Cuando te adivino excelsa,
Inalcanzable e inaprensible...
Refulgir, en mi ilusorio Olimpo!.



GLOSARIO DEL POEMA “ASTRO DE MIS CATACUMBAS”:

ASTRO: Cuerpo celeste, como estrellas, planetas, satélites y cometas

CATACUMBAS: Galerías subterráneas con nichos excavados en las paredes, donde los primeros cristianos, especialmente en Roma, enterraban a sus muertos y practicaban sus cultos.

ANACORÉTA: Entregado a la contemplación y a la penitencia, persona que vive en lugar solitario.

ANACRONISMO: Error de cronología que consiste en situar un hecho, persona, en época distinta a la que corresponde.

ANAGLIPTOGRAFÍA: sistema de escritura en relieve para uso de invidentes.
DIVAGAR, (DIVAGANDO): Hablar ó escribir sin propósito claro.

HELENISMO: Período de la cultura posterior al reinado de Alejandro Magno// influencia ejercida por la civilización Griega.

XENÓFOBO; XENOFOBIA:  Aversión al ó a lo extranjero.
VESANICO: QUE PADECE DE VESANIA: //demencia, locura.

SIMA: Hendidura natural grande y profunda en una región calcárea// capa inferior de la corteza terrestre, formada especialmente por silicatos ferromagnéticos.

HIBERNAR, (HIBERNO): Estar en invierno//pasar el invierno//mantenerse en hibernación durante el invierno.

EMERGER: Brotar, aparecer o salir a la superficie de un líquido// surgir, aparecer, sobresalir.

INANIMADA: Que no tiene vida.
INANE: vana, fútil, inútil.

ESTANCIA: Sala grande, habitación, aposento// permanencia de alguien en un lugar y el tiempo que dura.

EXCELSA: Muy elevada, alta eminente// de singular excelencia.

NALCANZABLE: Que no se puede alcanzar.

INAPRENSIBLE: Que no se puede agarrar, que no se puede captar por exceso de sutileza.

REFULGIR: Brillar, emitir fulgor, resplandecer.

ILUSORIO: Que es sólo ilusión, sin valor real.


OLIMPO: Macizo montañoso del Norte de Grecia, entre Macedonia y Tesalia, cerca del Egeo. Era venerado por los antiguos griegos como morada de los dioses.

viernes, 7 de marzo de 2014

cuando me vaya

“CUANDO ME VAYA”
Isaías López Abundis.

Cuan lejos…
y que cerca estaré de ti, cuando me vaya.
más, te dejaré mis besos en el viento,
te dejaré mi imagen ahí pegada...
al parpadeo incesante de tus ojos;
me quedaré en nuestros hijos para amarte,
te dejaré mis anhelos, mis risas, mis quebrantos,
y cuando quieras escucharme, ve a la playa…
que yo estaré envuelto entre las olas
cantando tu nombre sin descanso.
Cuan lejos…
y que cerca estaré de ti cuando me vaya.
más; se quedará mi amor en nuestra estancia,
se quedará mi ausencia en tu presencia,
te dejaré mi vida entre tu aliento,
te arrullarán mis brazos con la aurora
y será tu tiempo nuestro tiempo.
y cuando Dios decida reencontrarnos,
te esperaré al final de tu camino,
te llevaré de la mano a otro destino…
donde estaremos juntos... para amarnos!.




QUE PASO CON EL DANZON?



¿QUE PASO CON EL DANZON?
Isaías López Abundis.

El danzón, al igual que la  “cueca” ó chilena, son ritmos o expresiones musicales que desembarcaron de otros países para quedarse en México. Procedente de Chile, la chilena llegó primero a Acapulco; coqueta, pícara llena de alegría y colorido recorrió y se asentó en las costas de Guerrero y Oaxaca, pueblos que ya de por sí eran bullangueros, la adoptaron y adaptaron y pasó a formar parte de nuestro folklor regional y nacional.
El danzón desembarcó en el puerto de Veracruz, no se sabe a ciencia cierta cuando, pero llegó procedente de la Habana Cuba; elegante, vestido de blanco, con sombrero de lana y zapatos de “charol” lleno de sabor y romanticismo, rápidamente se extendió con gran aceptación, por todo México,  ya para los años 40´s era toda una tradición el gusto por bailarlo, en esos tiempos ¡el danzón era ya un rey! Sus templos: los salones de baile, sus paladines: las orquestas,  ¡HEY FAMILIA, DANZON DEDICADO A…! era su grito de guerra, y el pueblo era su fiel seguidor.
Cuentan que allá en cuba, quien compuso el primer danzón, lo hizo por encargo de otra persona para montar una danza y cuando entregó dicho encargo, el que lo recibió exclamó “oye chico, que e´jta no e´j una danza, e´j un danzón! Se cuenta también que uno de los primeros que compuso un danzón en México fue Juventino Rosas, fue una pieza musical a la que puso por nombre “Flor de Romana” decía, que ya en los años 40, floreció y brilló como nunca el danzón en nuestro país, llegaron a existir hasta 18 salones de baile donde se daban cita gente de todos los estratos sociales; albañiles, obreros, licenciados, artistas, en fin, todos disfrutaban en el “salón  Colonia” “salón México”  “el Riviera” y otros, había también infinidad de orquestas como: Acerina y su danzonera, Mariano Mercerón, Alejandro Cardona, Pablo Beltrán Ruiz, Pérez Prado y entre otras la del Oaxaqueño Amador Pérez Torres, a quien se le conocía en el medio con el seudónimo de “DIMAS” y fue el autor del popularísimo “NEREYDA” . La estructura del danzón está compuesta por: 1ª. Introducción de 16 compases, 1er intermedio de 16 compases, 2ª introducción de 16 compases, 2º  intermedio también de 16 compases y montuna , es un ritmo de 3 tiempos y 2 descansos, tiene variedad de pasos y balanceos cadenciosos, es un ritmo popular, suave, muy suave, fino, cálido, elegante, íntimo, romántico. Para bailarlo se requiere precisión, una postura recta, erguida mirando al frente, con un familiar o amiga (o) se baila un poco separados sin perder el paso, pero con la novia ó la esposa se baila de cachetito, como arrullando a la pareja. Existen variedad de nombres para infinidad de danzones, tales como: Rigoleto, Almendra, Cerezo Rosa, La casita, Juárez, y el más popular es sin duda “Nereyda”.
En el estado de Veracruz, hasta la fecha se mantiene viva la tradición de bailar el danzón, existen escuelas especializadas que se encargan de preservarla, en los zócalos de sus pueblos aún se reúnen los amantes de esta bella melodía, organizan tertulias para disfrutar del baile y del romanticismo.
Bueno sería que los gobiernos estatales y municipales a través de las casas culturales, iniciaran el rescate y no dejaran morir el danzón y reanudar esa bella tradición que forma parte de nuestra cultura, nuestra esencia Mexicana.
Vaya desde este espacio un saludo afectuoso a las escasas orquestas de nuestros estados de Guerrero y Oaxaca que aún subsisten y mantienen vivas las vibrantes notas del danzón al incluirlo en sus repertorios musicales,  cuyos integrantes aunque no lo crean, son de raza indígena, pero eso sí, con excepcionales aptitudes musicales.
De aquellos años 40’s y 50´s quedan recuerdos de orquestas de la Costa Chica que amenizaban todo tipo de eventos sociales y donde por supuesto, no faltaba nunca su majestad “el danzón” así teníamos en Azoyú a la orquesta “Euterpe” integrada por los hermanos Manuel, Humberto, Melquíades y David Bautista Priego, mi padre Isaías López  Oliva, Agapito salinas, etc. En San Luis Acatlán, la orquesta “danzonera costeña” integrada por los hermanos Pedro y Andrés Acevedo López, Benjamín Monare, Esaú Solís y otros, en Ometepec recuerdo a don David Bracamontes y a Don Vidal Ramírez (padre de Indalecio Ramírez) y su orquesta, en Copala: don Félix Coronel y don Pompeyo Clemente y su danzonera, en Huehuetán los hermanos Julián, Antonio e Ignacio Magallón y su entonces, orquesta. Fueron estos y otros músicos quienes hicieron el deleite en aquellas veladas inolvidables que perduran en la memoria de generaciones pasadas, y como dice mi madre, ¡no señores, aquello era otra cosa! Mientras que yo digo…¡que viva el danzón!

A continuación, un pensamiento que me inspira el danzón:





“UN DANZÓN ME HIZO LLORAR”
Isaías López Abundis

Cierta mañana….
brumosa, nostálgica y nublada,
despierto con el alma muy sensible
descubro que la radio está prendida…
de pronto, se escucha inconfundible
el ritmo cadencioso de un danzón,
un sentimiento mi médula recorre…
se estremece mi pobre corazón,
traen sus notas impregnadas de recuerdos,
un boleto gratuito hacia el pasado…
a la niñez ¡bendito estado!...
un eco se despierta y me responde
proyectando la imagen del ayer…
¡mi padre, su trompeta,
y la orquesta “Euterpe” están tocando
¡Nereyda! un danzón con abolengo!
las parejas van haciendo evoluciones,
disfrutando, paso a paso, su pasión,
como si un rito sacro estuvieran celebrando
acurrucados, corazón con corazón…
por favor, danzón, no te mueras…
arrúllame, con tus blancas, con tus negras,
con tus claves, tus corcheas adormecidas por el sol,
y tus mudas cascadas de alegría…
por favor, danzón, no te mueras,
que tú y mis padres, forman parte,
de los rítmicos tesoros
¡que hacen latir mi corazón!